13.2.12

De tal palo...

Yo entiendo. El padre estaba furioso. Furioso porque lo desacreditó frente a los demás. Porque la nena, que ahora es adolescente se le rebeló, (cosa rara en un adolescente) y subió a facebook sus quejas. Quejas que a oídos de un adulto suenan infundadas, claro. Porque uno es adulto, mal que le pese. Quejas que creo reconocer, palabras más, palabras menos, en casi todos los que alguna vez tuvimos 15. Pero claro, en aquel entonces no había redes sociales, uno se escribía cartitas con las amigas o si podía, se llamaba por teléfono, de línea claro, en esa época no teníamos sms… o esperaba al otro día para hablar de lo “horrible que le habían hecho sus padres” en el recreo. Entonces, los padres no se enteraban y uno se desahogaba. Cosas tremendas, como no poder ir al baile, salir a la rambla cuando ya no hay luz o quedarse a dormir a lo de la amiga tres noches seguidas.
La hija en cuestión se quejaba de varias cosas, especialmente de tener que ayudar en la casa demasiado. ¡Qué cosa rara le pasa a este señor, la hija de 15 no quiere ayudar en la casa! Vaaamooos... Quién no se quejó o no hizo aquello que la madre le pedía, que podía ser poner la mesa o tender la cama? Ahora, pongámonos de acuerdo en una cosa: ayudar con las tareas domésticas es distinto que tener que cargar con el peso de la casa. Porque es cierto algo de lo que dice la chica, ese sí no es su trabajo. Pero no voy a detenerme en eso, porque que nunca sabremos del todo como es la situación que se vive en esta familia verdaderamente. Y en este momento, doy gracias por los referentes que tuve… porque si de algo podemos hablar un poco es sobre el padre. Un padre que, ofendido en su orgullo, humilla a su hija y lo hace públicamente, (pueden ver el video acá). Ustedes dirán, ella también lo hizo. Es cierto, pero 15 años es la respuesta, ¡15 años! EL padre tenía una oportunidad perfecta para educar. Porque cada conflicto es una oportunidad si se sabe aprovechar. Con la palabra, con el ejemplo. Qué enseñanza puede quedarle a una chica que luego de ser humillada en público, su padre toma un arma, -¡sí, un arma!- y le dispara a su computadora. Entiendo que el padre quería hacer lo que antes mis viejos o los de ustedes hacían poniendo el Atari en el último estante del armario o escondiendo la pelota, hasta que uno aprendiera a respetar o lo que fuere. ¡Un tiro le dio a la computadora de la hija! Uno no, tres. ¿No será mucho? ¿No se le habrá ido la mano al señor? Y encima de forma altanera y soberbia, humillándola aún más, sube el video en su muro de facebook… Se ve que no se dio cuenta que si lo que quería era enseñar el valor del esfuerzo para conseguir las cosas, el cuidado y el respeto por el otro este no era el camino. La amenaza, el respeto a través del miedo... Uno educa con los actos, educa con los gestos, educa con las palabras, educa todo el tiempo, uno es modelo quiera o no de sus hijos. Y un día, un día uno va a verse reflejado en un hijo y si no le gusta nada de nada lo que ve, tal vez deba cuestionarse algunas cosas. Y con esto no me olvido que el individuo es producto de muchos factores, muy diversos y demás. Pero gran parte de lo que uno es, tiene estrecha relación con las primeras figuras de apego, con sus primeros vínculos. Más aún si estos vínculos se mantienen constantes a lo largo de la vida. Así estamos... amenazas, humillaciones, violencia de un padre a una hija en un momento complicadísimo de la vida: la adolescencia. Después no nos quejemos. 

4 comentarios:

  1. Muy buena columna. Lo mas increíble de todo es que en una encuesta hecha por Daily News 7 de cada 10 personas piensa que el padre actuó correctamente! http://www.nydailynews.com/news/national/n-dad-shot-daughter-laptop-facebook-rant-i-article-1.1021887

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  2. Gracias por comentar! Creo que hoy estamos sufriendo las consecuencias de una época en que los padres decían que si a sus hijos sin medida, por miedo a frustrarlos o por no ponerse a "pelear" con ellos luego de no haberlos visto en todo el día. En mi opinión esto generó que de alguna manera muchos adultos no sepan que hacer con sus hijos adolescentes y se les vaya la mano. Creyendo equivocadamente que la mano dura y sin criterio es la manera de educar, solo vulneran los derechos del joven a equivocarse y desperdician una oportunidad de oro para guiarlos en su accionar y educar en valores. Los límites bien puestos, cuidan, enmarcan, ayudan a crecer felices y seguros. Esto que hizo el padre de la chica para mi no puede catalogarse de otra cosa que no sea violencia. Saludos!!!

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  3. Completamente de acuerdo esa no era la manera porque el padre en vez de concertar porque algo no estaba funcionando bien, se sintio agraviado y para equilibrar las cosas hizo un acto simbolico de violencia que es deconcertante! chao y saludos!

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  4. Saludos Tina y gracias por pasar por acá!

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Muchas gracias por tu comentario!